Miopía americana
Por Pablo Gabriel Miraglia
La calificación del desempeño de gobiernos de izquierda o derecha en materia de corrupción por Estados Unidos conllevan una subjetividad intolerable por conveniencias personales de los que pretenden ser nuestros titiriteros. Generalizar sobre la corrupción basándose únicamente en la afiliación política puede ser simplista y conveniente a intereses espurios disfrazados de honorables.
La opinión sobre la efectividad de un gobierno puede depender de múltiples factores, como políticas específicas, gestión económica, y la implementación de programas sociales. La percepción de corrupción debe estar basada en la transparencia del gobierno y el acceso a la información y no en el lobby y en las presiones de las potencias de turno.
Es fundamental analizar cada administración de manera objetiva, considerando sus acciones y resultados evaluados sobre las condiciones de bienestar de sus ciudadanos y no en la conveniencia geopolítica y económica de potencias externas que se auto perciben el faro del mundo.