La reforma en la gobernanza mundial y las crisis internacionales figuran en el orden del día de la primera reunión de cancilleres del G20 en Brasil
Río de Janeiro será la sede de una de las principales reuniones de la diplomacia mundial, con la participación de los cancilleres de las mayores economías del mundo para la primera reunión ministerial del G20 en 2024, bajo la presidencia de Brasil. La reunión, prevista para la tarde del 21 y la mañana del 22 de febrero en la Marina da Glória, tiene lugar en un momento de gran inestabilidad geopolítica, con crisis que se están desarrollando en diversas regiones del mundo.
Entre los temas más urgentes que se debatirán figuran la situación en Medio Oriente y la ofensiva rusa en Ucrania, los cuales siguen generando preocupación mundial ante la crisis humanitaria existente y las consecuencias geopolíticas y económicas de los conflictos. La probable presencia de representantes de países como Estados Unidos, China y Rusia subraya la importancia de este acontecimiento en la escena internacional.
En visita oficial a Egipto el jueves 15 de febrero, el presidente Lula hizo una declaración conjunta con el presidente egipcio Abdelfatah el-Sisi. Además de pedir un cese al fuego inmediato en la Franja de Gaza, el presidente brasileño insistió en la importancia de aumentar la participación de África en la concertación internacional, Lula declaró que "la ONU no tiene fuerza suficiente para evitar las guerras" y que el G20 puede contribuir a mejorar la gobernanza mundial proponiendo reformas en las instituciones.
"En el G20, contamos con el apoyo de Egipto para que la presidencia brasileña sea un éxito, especialmente en las dos iniciativas que vamos a lanzar, la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza y la Movilización Global contra el Cambio Climático", subrayó el presidente brasileño.
Agendas prioritarias y urgentes
Mientras Brasil intenta ampliar la influencia de los países del Sur Global en el G20, se plantea el reto de coordinar esfuerzos en favor de una gobernanza mundial más eficaz e inclusiva. La agenda del gobierno brasileño para la presidencia temporal del grupo hace hincapié en tres áreas prioritarias: la lucha contra las desigualdades, el hambre y la pobreza; el desarrollo sostenible y la transición energética; y la reforma de las instituciones de gobernanza mundial.
La reunión ministerial de cancilleres en Río de Janeiro servirá de foro para debatir estrategias y acciones concretas sobre estas cuestiones. Uno de los aspectos clave de los debates será la necesidad de reformar las instituciones de gobernanza mundial, incluidas la ONU, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario Internacional. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha sido un defensor de esta reforma, especialmente en relación con el Consejo de Seguridad de la ONU, al que considera insuficiente para hacer frente a los conflictos actuales.
Además de los debates políticos y diplomáticos, Brasil ha asumido un papel importante en la escena internacional al liderar la fuerza de tarea combinada que combate la actividad pirata en el Mar Rojo. Esta implicación pone de relieve el compromiso del país con la promoción de la seguridad marítima y la estabilidad en la región.
Una semana después de la reunión de los cancilleres en Río de Janeiro, São Paulo será la sede de la reunión de ministros de Finanzas y presidentes de los Bancos Centrales del G20, los días 28 y 29 de febrero, en el marco del Canal de Finanzas. La reunión irá precedida de la reunión de viceministros y vicepresidentes de los Bancos Centrales.